doi.org/10.20986/resed.2022.4020/2022
CARTA AL DIRECTOR
APRENDIZAJE ACTIVO COMO MODELO DE ENSEÑANZA EN CIENCIAS DE LA SALUD
ACTIVE LEARNING AS A TEACHING MODEL IN HEALTH SCIENCES
C. Cereceda1
D. González1
1Facultad de salud y ciencias sociales. Universidad de las Américas. Santiago, Chile
Sr. Director:
Nos permitimos escribir esta carta en base a la evidencia que sustenta el cambio actual del paradigma en la educación superior, especialmente en cuanto al rol que cumple el estudiante al enfrentarse a su proceso de aprender. Lo anterior en el marco de la enseñanza y aprendizaje en las ciencias de salud.
Para lograr un aprendizaje integral en el área de las ciencias de la salud, se deben incorporar elementos de conocimiento teórico y práctico relacionados con la adquisición de competencias direccionadas a la resolución de problemas vinculados a la salud y enfermedad, lo cual implica que los estudiantes deberían ser capaces de situarse en un campo de trabajo multidisciplinario enfocado en el acompañamiento de las personas a lo largo de todo su ciclo vital. Lo anterior implica que la formación debe propender el desarrollo de profesionales altamente calificados y con capacidad de reflexionar profundamente sobre su propia práctica profesional. Sin embargo, tradicionalmente se ha considerado al estudiante de educación superior como un participante pasivo en el contexto de la enseñanza y aprendizaje, donde debe recibir el conocimiento que entrega el maestro experto en su especialidad y así memorizar lo que este explica para, posteriormente, replicarlo en algún proceso evaluativo. Esto sin duda genera estudiantes pasivos que, con poco esfuerzo, deben limitarse a escuchar la entrega unidireccional de los contenidos que expone el profesor. Si bien, esta estrategia podría utilizarse para la realización de clases con alto contenido teórico, es probable que los estudiantes no aprendan significativamente ni puedan aplicar el contenido competentemente ante un problema (1).
Comprendiendo entonces que la enseñanza tradicional carece de un impacto considerable en el aprendizaje de los estudiantes de educación superior, se considera al aprendizaje activo (AA) como un modelo educativo que involucra diversos cambios en el contexto de la enseñanza, considerando a los estudiantes como protagonistas que deben ser constructores de su propio proceso de aprendizaje, mientras que el docente debe ser un mediador que facilita y gestiona este proceso a través de estrategias didácticas que involucren activamente a los estudiantes, otorgando más responsabilidad y participación.
El AA tiene su base en el paradigma constructivista, el cual refiere que el aprendizaje se debe construir con un andamiaje generado de la interacción entre profesor y estudiante, estableciendo una relación con menos jerarquía. En este sentido, el AA considera dentro de su instrucción la aplicación de estrategias didácticas que promuevan una mayor reflexión, discusión e interacción social (profesor/estudiante y estudiante/estudiante). De esta manera se sitúa a los alumnos en una posición para la ejecución de tareas y, a la vez, tomando conciencia de lo que se está haciendo, donde podrán involucrarse profundamente en la realización de una clase y otorgarán significado a lo aprendido, lo que, en términos de dominio cognitivo, desarrolla habilidades de orden superior, como la comprensión, el análisis crítico, la resolución de problemas, la síntesis y la evaluación (2).
Diversos estudios han demostrado la efectividad de la aplicación de estrategias de aprendizaje activo en ciencias de la salud mediante diversas actividades, mejorando significativamente el rendimiento académico, la creatividad, el pensamiento crítico, la motivación, la confianza, la responsabilidad, las habilidades de colaboración y comunicación y el aprendizaje a largo plazo, entre otros aspectos (3,4,5). A pesar de existir estudios de carácter cuantitativo y cualitativos que avalen su aplicación en ciencias de la salud y otras áreas del conocimiento, es necesario planificar con anterioridad la utilización de tales estrategias en el aula, ya que estas dependerán de las metas, objetivos o resultados de aprendizaje a lograr.
Finalmente es relevante mencionar que el AA es mucho más que recursos para aplicar en el aula, más bien es un modelo que sustenta fuertemente el cambio que debe existir en el paradigma que sostiene la formación de los futuros profesionales de la salud.
En la Tabla 1 se presentan las estrategias de AA más utilizadas en el área de las ciencias de la salud.
Tabla I. Descripción de estrategias de aprendizaje activo utilizadas en ciencias de la salud.
BIBLIOGRAFÍA
Correspondencia: Christopher Felipe Cereceda Muriel
Kine.cerecedamuriel@gmail.com